La diabetes puede convivir con otras muchas enfermedades. Algunas pueden tener una relación estrecha con ella como la hipertensión arterial o la hiperlipemia; otras sin relación con ella, pueden tener su mismo origen autoinmune como es el caso de las enfermedades tiroideas autoinmunes (hipo o hipertiroidismo) o la intolerancia al gluten o enfermedad celíaca.
En ambos situaciones el mal control de la enfermedad que convive con la Diabetes suela alterar el control de la misma y con frecuencia al revés también .
Pero en otros casos la diabetes tiene que convivir con otras enfermedades agudas o crónicas sin relación con ella y es relativamente frecuente que, en la búsqueda del origen del mal control de la glucosa, se descubra otra patología añadida.
La glucosa es la fuente de energía fundamental de las células del organismo y cualquier alteración que ocurra en el mismo va a repercutir a este nivel y por tanto en los niveles de glucemia.
En ocasiones son los tratamientos que se utilizan para el tratamiento de la enfermedad paralela los que descontrolan la diabetes, algunos como los corticoides lo hacen de forma especial pero otras veces es la propia patología la que lo causa.
Cuando se trata de enfermedades agudas como una gripe, la descompensación puede ser también más aguda y hay que saber como actuar para evitar problemas añadidos mayores.
